La vesícula biliar es un saco membranoso, en forma de pera que se encuentra en la superficie inferior del hígado, en la parte superior derecha de la cavidad abdominal.
Está conectado con el hígado y el intestino por una serie de conductos pequeños conocidos en su conjunto como vías biliares o conductos biliares. El tamaño de la vesícula biliar puede variar, mide en promedio de 8 a 10 cm de longitud por 3 a 4 cm de ancho en su porción más amplia, tiene una capacidad aproximada de 50 ml.
La función principal de la vesícula es almacenar y concentrar la bilis durante los periodos de ayuno. La bilis es producida y secretada continuamente por el hígado, viaja por los conductos biliares y se almacena en la vesícula biliar. Después de la ingesta de alimentos, la vesícula se contrae y la bilis fluye hacia el intestino delgado. Cuando el proceso de digestión ha terminado, la vesícula se relaja y comienza nuevamente a almacenar bilis. Cuando se retira quirúrgicamente la vesícula biliar, esta función se realiza directamente por el hígado.
La bilis es un liquido de color café que contiene sales biliares, colesterol, bilirrubina, lecitina y electrolitos. Se producen aproximadamente entre 600 a 1500 ml al día.
Otras funciones de la bilis son: eliminar productos de desecho como la bilirrubina, medicamentos y toxinas. Algunas sustancias contenidas en la bilis, ácidos biliares y lecitina, ayudan a la digestión de las grasas.
Colelitiasis
Es la presencia de cálculos (también conocidos como litos o piedras) en el interior de la vesícula biliar. Es una enfermedad muy frecuente a nivel mundial, en México se calcula que el 20% de la población la padece. La proporción de personas que sufren esta enfermedad está influenciada por la edad, sexo, factores ambientales, genéticos y condiciones médicas. La presencia de cálculos en la vesícula biliar sin evidencia de síntomas, no es una indicación para someter al paciente a una cirugía, el enfermo debe presentar síntomas típicos de la enfermedad.
Los cálculos son colecciones de material solido, redondeadas que se forman dentro de la vía biliar. Su tamaño varia, pueden ser muy pequeñas o tan grandes como la vesícula biliar. La gran mayoría son menores de 1 centímetro. En ocasiones la vesícula contiene piedras muy pequeñas que no pueden ser observadas a simple vista, a esta condición se le conoce como lodo biliar.
Factores de Riesgo
No se conoce con certeza por que unas personas desarrollan cálculos en la vesícula y otras no, sin embargo existen factores que incrementar el riesgo para el desarrollo de esta enfermedad, como son:
- Sexo femenino
- Edad: El riesgo de cálculos en la vesícula aumenta con la edad, es poco frecuente en niños y se presenta con mayor frecuencia después de los 40 años de edad.
- Historia familiar de cálculos en la vesícula
- Otras condiciones que pueden aumentar el riesgo son:
Embarazo, obesidad, pérdida rápida de peso (en especial los pacientes sometidos a tratamiento quirúrgico para la obesidad), vida sedentaria, diabetes mellitus, cirrosis, pacientes con enfermedades de la sangre como son: enfermedad de células falciformes, leucemia.
Síntomas
La gran mayoría de los pacientes con cálculos en la vesícula pueden permanecer asintomáticos. Hasta el 50% de las personas que son "portadoras" de cálculos en la vesícula no presentan síntomas. Generalmente se encuentra esta condición cuando se realizan estudios de imagen por otro motivo médico (por ejemplo al estudiar enfermedades del riñón), a esta condición se le conoce como colelitiasis asintomática y generalmente no requiere de tratamiento quirúrgico.
Los pacientes con cálculos en la vesícula que desarrollan síntomas se presentan con dolor en la parte superior del abdomen y/o en la parte superior derecha del abdomen. La duración del dolor es variable (minutos, horas). En ocasiones se acompaña de una molestia dolorosa en el hombro derecho o espalda, nauseas y vomito.
Diagnóstico
El cirujano tiene la sensibilidad y experiencia para hacer un diagnóstico confiable por medio del interrogatorio de los síntomas y la exploración física. El diagnóstico definitivo y confirmatorio requiere de estudio de imagen, el ultrasonido de vesícula y vías biliares, este estudio tiene la ventaja de ser un procedimiento no invasivo, cómodo, seguro y sin riesgo.
Complicaciones
La colecistitis aguda es la inflamación de la vesícula biliar causada por cálculos (en el 95% de los casos). Se manifiesta con dolor intenso en el abdomen que atraviesa a la espalda (dolor en "la boca del estómago " o en la parte alta del abdomen). La duración e intensidad del dolor es variable (minutos, horas o hasta varios días). La colecistitis puede tener diferentes grados de severidad (gravedad), la mayoría de los ataques son leves, pero otros pueden ser graves y poner en peligro la vida del paciente, si se complica con: perforación, gangrena, peritonitis o pancreatitis. La mayoría de estas complicaciones son prevenibles, si se atiende la enfermedad en forma oportuna y adecuada.
Una complicación más grave ocurre cuando los cálculos salen de la vesícula biliar y se alojan en el conducto biliar principal, a esta condición se le llama coledocolitiasis. Los síntomas que pueden presentarse son dolor abdominal intenso, fiebre e ictericia (coloración amarilla de la piel). En este mismo conducto biliar principal, desembocan los conductos del páncreas, si existe a este nivel una obstrucción, causada por un cálculo, puede presentarse una inflamación en el páncreas que se conoce con el nombre de pancreatitis biliar.
Tratamiento
La colelitiasis no se cura con medicamentos, esta enfermedad requiere una operación que se llama colecistectomía. Este procedimiento ha superado la prueba del tiempo y se ha consagrado como un procedimiento seguro para la curación de la enfermedad.
La colecistectomía se realiza desde 1882. Carl langenbuch la realizó por primera vez en Berlín.
Esta operación, conocida como colecistectomía abierta, se realiza ingresando a la cavidad abdominal mediante un corte o incisión en el costado derecho del abdomen, de dimensión variable, que va de 10 hasta 30 cm. Sin embargo con el paso del tiempo y los adelantos tecnológicos aplicados a la cirugía, han hecho posible hoy en día, realizar esta cirugía en forma segura, como la colecistectomía abierta, pero con incisiones más pequeñas por las cuales se ingresa al abdomen con un equipo especial, esta operación se conoce como colecistectomía laparoscópica. Desde 1993 la colecistectomía laparoscópica ha sustituido a la colecistectomía abierta, en los centro de excelencia en atención quirúrgica a nivel mundial, como el procedimiento de elección para operar la vesícula biliar.
La colecistectomía laparoscópica tiene mucha ventajas sobre la colecistectomía abierta:
- Beneficio estético: Incisiones pequeñas en la piel menores de 1 cm, lo cual da como resultado cicatrices pequeñas en el abdomen
- Menos dolor postoperatorio
- Recuperación más rápida
- Menor tiempo de estancia hospitalaria (disminuyen los costos del hospital)
Cuando contactar a tu cirujano:
- Las personas que presentan cálculos en la vesícula y síntomas típicos de la enfermedad
- Cuando se sospecha de una complicación de la enfermedad:
- Dolor abdominal que aumenta de intensidad o no mejora con medicamentos (analgésicos)
- Ictericia (coloración amarilla de la piel)
- Temperatura mayor a 38° C