El esófago es un tubo muscular de aproximadamente 25 centímetros de largo, inicia en la faringe y termina en el estómago, una de sus funciones es transportar los alimentos desde la boca hasta el estómago. En el interior de este tubo muscular se encuentra un revestimiento (epitelio) formado por células en estrecho contacto el cual se conoce como mucosa.
La unión del esófago con el estómago (unión esofagogástrica) es una zona especial del tubo digestivo, en ella se encuentran estructuras importantes que forman la barrera antirreflujo. Una de estas estructuras es una válvula muscular (esfínter esofágico inferior) que se abre para dejar pasar los alimentos hacia el estómago y se cierra para evitar el retorno hacia el esófago.
Definición de esófago de Barrett
El esófago de Barrett es un padecimiento que afecta el revestimiento esofágico, cambiando las células normales de la parte inferior del esófago en su unión con el estómago, por otro tipo de células parecidas al revestimiento del intestino delgado, debido a la inflamación crónica causada por el reflujo ácido que proviene del estómago.
Frecuencia
El esófago de Barrett es más común en personas que han presentado síntomas de la enfermedad por reflujo gastroesofágico durante un periodo prolongado o que comienzan a padecerlo desde temprana edad. Afecta a personas con edad promedio de 55 años o adultos mayores, sin embargo puede afectar a niños y es dos veces más frecuente en varones.
Esta condición no causa síntomas, sin embargo las personas que padecen esta enfermedad pueden presentar síntomas de reflujo que son los siguientes:
• Agruras (acidez)
• Ardor o gusto ácido en la garganta
• Retorno del alimento hacia la boca (regurgitación)
• Dificultad para deglutir
Métodos de detección
El diagnóstico se realiza mediante endoscopia, en este estudio el médico introduce un tubo delgado y flexible por la boca y lo dirige hacia el esófago, estómago y duodeno. Este tubo, llamado endoscopio, cuenta con una cámara y luz para poder observar el interior del esófago, se visualiza la capa que recubre el esófago y si presenta cambios que sugieran esófago de Barrett se toma una pequeña muestra (biopsia) para examinarla bajo el microscopio y determinar si existen cambios en las células del revestimiento esofágico.
Algunos pacientes con esófago de Barrett pueden presentar una modificación del tejido, llamada displasia, esta se clasifica en displasia de bajo grado o de alto grado.
La displasia es un cambio anormal en un grupo de células que sufren daño genético y predisponen a la aparición de cáncer. Este daño genético es causado por el reflujo del contenido gástrico, la cual produce inflamación crónica al revestimiento del esófago.
Estas modificaciones tiene más probabilidades de generar un cáncer esofágico. El riesgo de cáncer en un paciente con esófago de Barrett es muy bajo, aproximadamente 0.12 a 0.7% por año.
Es importante señalar que 40% de los pacientes con cáncer de esófago (adenocarcinoma) no presentan síntomas de reflujo, por tanto existe un número importante de pacientes con esófago de Barrett que no presentan síntomas.
Tratamiento para esófago de Barrett
El tratamiento inicial es realizar cambios en la dieta y en el estilo de vida, como son:
- Bajar de peso si se confirma obesidad o sobrepeso
- Elevar la cabecera de la cama entre 15 y 20 cm (colocar bloques de madera debajo de 2 patas de la cama)
- Evitar aquellos alimentos que empeoren los síntomas (alimentos grasos, chocolate, alcohol, menta, bebidas con gas, café)
- Dejar de fumar
- Consumir varias comidas pequeñas durante el día, en lugar de dos o tres comidas abundantes
- Evitar acostarse durante las 3 horas siguientes a una comida
El tratamiento de este padecimiento consiste en reducir o eliminar el reflujo (acidez). Este tratamiento no cura la enfermedad, pero evita que empeore. El tratamiento puede ser con medicamentos que inhiben el ácido o con cirugía antirreflujo (funduplicatura Nissen), dependiendo de las características de cada paciente.
El diagnóstico de esófago de Barrett no es indicación absoluta de cirugía. La cirugía antirreflujo es tan efectiva como la terapia con medicamentos cuando se realiza en pacientes cuidadosamente seleccionados.
Es importante señalar que no se cuenta con evidencia concluyente para confirmar que el tratamiento con medicamentos o la intervención quirúrgica antirreflujo induzcan la regresión del esófago de Barrett o prevengan el cáncer de esófago (adenocarcinoma).
El tratamiento de los pacientes con esófago de Barrett con displasia de alto grado es controvertido, por lo general depende de la edad, estado de salud del paciente, los recursos y preferencias del médico tratante.
Las opciones de tratamiento van desde resección del revestimiento esofágico por medio de endoscopia (resección endoscópica de mucosa), destrucción del tejido (ablación por radiofrecuencia) hasta la resección quirúrgica del esófago.
En los pacientes con displasia de bajo grado se recomienda supresión del ácido con medicamentos y seguimiento con endoscopía.
Recomendaciones
Un estudio realizado en Suecia encontró que el 44% de los pacientes con diagnóstico de esófago de Barrett no presentaron "acidez" o reflujo, esto sugiere que un programa de detección oportuna basada únicamente en síntomas de la enfermedad por reflujo gastroesofágico es inadecuado. Por lo tanto no se recomienda hacer endoscopia a la población general que padece reflujo solo para detectar esófago de Barrett, en su lugar se recomienda hacer estudios a los pacientes que presenten múltiples factores de riesgo para desarrollar cáncer de esófago (adenocarcinoma de esófago).
Existen guías o recomendaciones propuestas por diversas organizaciones médicas, la Asociación Americana de Gastroenterología (AGA por sus siglas en ingles) recomienda hacer estudios a las personas que reúnan las siguientes características:
- Edad mayor a 50 años
- Sexo masculino
- Raza blanca
- Enfermedad por reflujo de larga evolución
- Obesidad o sobrepeso
El Colegio Americano de Gastroenterología en sus guías de manejo para la enfermedad por reflujo gastroesofágico no recomiendan la endoscopia en pacientes con síntomas típicos de reflujo (acidez), solo recomiendan realizar la endoscopia en pacientes con reflujo que presenten síntomas de alarma como son:
- Dificultad para deglutir
- Pérdida de peso
- Sangrado gastrointestinal
- Personas con factores de riesgo para esófago de Barrett y cáncer.
Nuestra recomendación es acudir a su médico en caso de tener síntomas de reflujo gastroesofágico de larga evolución o presentes desde la juventud junto con la presencia de factores de riesgo como son: Edad mayor de 50 años, tener sobrepeso u obesidad, hernia hiatal, consumo habitual de alcohol y tabaco.
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